Notas para Maestros y Discípulos     (10)


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La Verdad del Ser se afirma en la Realidad Humana para explorar sus infinitas posibilidades dentro de las formas y las existencias del Espacio y del Tiempo, que produce ella misma por expansión y contracción. Esta afirmación se manifiesta, elementalmente, como Instinto de Conservación, en poder persistir, dentro de la dinámica curva y continua de la Vida que, a su vez, tiende a justificarse, por la conciencia, en algo estable y eterno que, a fin de cuentas, es su propia Verdad de Ser.

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De este modo, resulta que hay algo Divino, eterno, secreto, algo sin principio y sin fin, que trata de tomar conciencia de sí mismo, por contraste y por comparación, y se secciona, como expansión de su centro hacia la periferia, y por contracción de la periferia hacia su centro, tratando de recuperar su unidad original. Esto lo plantea el Cuarto Sello del Libro del León de la tribu de Judá, diciendo: Dios, a través de la forma humana comienza a conocerse a sí mismo. O sea, que la Verdad del Ser involuciona, se densifica por contracción, y la Realidad Humana evoluciona, se sutiliza, por expansión. Lo que sale inocente, ignorante, de su propia Fuente, retorna consciente. Este es el misterio de la Creación, entendido dentro de los límites actuales de la conciencia humana.

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El juego puede plantearse como Ser Unidad que se hace dualidad para Poder conocerse en la Diversidad, y conocerse en la diversidad para Poder Ser consciente de la Unidad. De aquí que, instintivamente, se busca el Poder en la diversidad humana, para ganar Tiempo y experimentarse en el Espacio como forma, a sabiendas de que lo Humano es perecedero y su Ser es eterno. Dentro de este juego de fuerzas, centrípetas y centrífugas, espirales, espirituales, aparece la necesidad de Orden, a partir de un punto de equilibrio dentro de la interacción, entre centros y centros de centros, que acumula experiencias, genera Alma y produce Consciencia, primero mineral, luego psíquica, mental, espiritual y finalmente, trascendental. 

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El Mago, el Maestro, es simplemente un Ser Humano consciente de Ser Humano. Un Ser Humano con Maestría, con conciencia, con Poder y Ser dentro del Plan Cósmico que le permite Ser, existir y Servir a su propio Plan y a sí mismo, por que el Plan es de todos y de Todo. El único argumento válido para el Mago es su propia vida, que resume su Poder y su Ser y lo convierte en Punto de referencia para quienes todavía no saben Ser. En eso se fundamenta una Línea de Sabiduría Iniciática, un Linaje, jalonado con puntos de referencia que señalan un rumbo, un propósito común de superación, en la inteligencia de que el objetivo es una solo, independientemente de las múltiples veredas, rutas o senderos que puedan llevar a él. Ese es el caso del SMA, del SHM y de los Maestros de su Linaje y del vehículo público que fundaron para facilitar la escalada de lo Humano a lo Sagrado, lo que en forma actualizada llamamos ahora RedGFU.

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 No me vean a mí, ni vean el dedo, vean lo que les estoy señalando, dijo el SMA, señalando el Obelisco de Luxor que se encuentra en París actualmente. 

Y también: 

 No me extraña que, oyéndolos a ustedes, la gente piense que su Maestre es un idiota, comentando algunos elogios de sus discípulos.

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Cuando se olvidan los puntos de referencia del Linaje de los Magos, por la simple lucha por el Poder, sin el balance del Ser, la Iniciación deriva hacia el sectarismo fundamentalista de la más baja categoría.

Sat Arhat José Marcelli Noli
                      

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